Un color: SORTU esperanza

Cumple con todos los requisitos estipulados en la ley de partidos, aprobada el 27 de junio de 2002

El 7 de febrero de 2011 nació SORTU, un nuevo partido político con un ámbito de actuación que se extiende a las comunidades autónomas del País Vasco y Navarra, un nuevo partido cuyo significado en euskera es nacer o surgir. Esta nueva esperanza vasca llega de la mano de un gran grupo de personas, entre las que destaca la presencia de Rufi Etxeberria e Iñigo Iruin, con una ideología política de formación independentista como es la de la izquierda abertzale.

SORTU nace, entre otras muchas razones y objetivos, para buscar múltiples alianzas con otros partidos políticos, constituir un Estado Vasco en el ámbito europeo, romper con todos los modelos organizativos anteriores y apostar por un proceso democrático para contribuir a la desaparición total de cualquier tipo de violencia (y en particular, la de ETA) y así, de esta manera, refutar toda conexión que le pueda vincular con la antigua Batasuna.

Se acusa a SORTU de tener enlaces con la banda terrorista ETA, de ser un mero títere de la banda y hasta de ser la continuidad de la ilegalizada y extinta Batasuna. Aunque, sin ir más lejos, no hay ninguna prueba concluyente que vincule a alguna de las partes entre sí; la Policía Nacional y la Guardia Civil han presentado al Ministerio del Interior una serie de documentos en los que exponen con severidad cuáles son los indicios de la vinculación entre SORTU y Batasuna, y el servicio del primero a ETA. No obstante, dichos argumentos son solamente la pertenencia de varios ex miembros de la olvidada Herri Batasuna en el recién nacido partido político y una forzada coincidencia basada en la intención de crear un nuevo partido político que sucediese a Batasuna por parte ETA.

Sin embargo, SORTU defiende con fuerza su candidatura y ha cumplido estrictamente lo que la ley de partidos exige y lo que los tribunales españoles y europeos han dictado; ha negado cualquier contacto con ETA o cualquier continuidad relacionada con Batasuna, y, la razón de más peso, rechaza todo tipo de violencia, incluida la de la banda terrorista ETA. La ley de partidos exige el rechazo y la separación de ETA, no que se promulgue su condena, que es lo que realmente quieren que exprese públicamente aquellos que desean la ilegalización de SORTU, como la Policía Nacional y la Guardia Civil, e incluso PSOE, para quien el afirmar el rechazo a toda violencia no es suficiente. SORTU empuja con demasiada fuerza como para ceder ante unos argumentos tan pobres como los que se están presentando en su contra, y se apoya en las más de 40.000 personas que se echaron a las calles de Bilbao para manifestarse a favor de su legalización.