Cada vez que vuelvo la vista hacia atrás unos meses, e incluso años, me doy cuenta de que no se tiene una conciencia cierta de todo lo que se ha ganado; un Mundial de baloncesto, uno de fútbol, uno de balonmano, dos automovilísticos, en Fórmula 1, de la mano de Fernando Alonso (dejando de lado el mundo de las motos, donde en la categoría máxima, Moto GP, está a punto de conseguir Jorge Lorenzo el primer Mundial en esta primera década de siglo), grandísimas victorias en tenis y ciclismo. Se han conseguido medallas olímpicas, logros a nivel Europeo, como el de fútbol o el de baloncesto, segundos puestos y primeros... Ahora mismo, somos la referencia, quizá no en Atletismo, donde estadounidenses y rusos llevan ventaja a los otros países (excepto en las modalidades de velocidad, en las cuales los jamaicanos están intratables), pero sí prácticamente en todo lo demás.
Sin embargo, todo esto nunca nos sirve para dejar de criticar. A pesar de todos los triunfos y todas las alegrías que nos han brindado todos estos hombres y todas estas mujeres, con lo que han alzado el nombre de nuestro país por encima de muchos otros, e incluso por encima de todos, todo, todo ello se diluye en un segundo de mal juego, mal comportamiento, menos entrega... Muchos creen que por ganar una vez, ya hay que ganar constantemente, que es algo fácil. El ganar es un arte difícil de llevar a cuestas, y lo que deberían hacer esos muchos que critican, en muchos casos sin razón, es ayudar, apoyar y llevar en volandas a nuestros 'héroes' a una nueva victoria, a un nuevo triunfo, y no hundirles en el más profundo de los pesares ni minar su propia confianza. Este es nuestro momento y hay que disfrutarlo. Así que... Disfruten.
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